Manifiesto del PSOE de Ajofrín para el día de la constitución.
Hace treinta y cuatro años, tras cuatro
décadas privados de libertad, los españoles construimos el marco para la
convivencia por el que habían trabajado varias generaciones de demócratas: La
Constitución de 1978.
Una Constitución que garantiza los derechos y
libertades de todos los ciudadanos, y que ha sido fundamental para el
desarrollo integral de España.
Una Constitución abierta, capaz de incluir a
todos, de amparar las distintas concepciones ideológicas y de permitir una
efectiva alternancia de gobiernos de distinto signo. Una Constitución aprobada
por un amplio consenso, que fue concebida como obra de todos y para todos, que
todos debemos defender, y cuya paternidad nadie puede arrogarse en exclusiva.
Los españoles debemos sentirnos orgullosos del
camino recorrido desde entonces. En estos momentos tan difíciles, también para
las instituciones, el proceso de elaboración y discusión del texto
constitucional es un excelente recordatorio de que cuando trabajamos unidos en
torno a unas metas compartidas somos capaces de superar grandes dificultades.
Vivimos un momento de crisis económica global,
que en nuestro país es especialmente intensa; una crisis que ha traído
desempleo y precariedad para millones de trabajadores y trabajadoras, y enormes
dificultades para sus familias.
En este contexto, se están produciendo cambios
sustanciales en el Estado del bienestar, que durante estos años en democracia
ha garantizado la cohesión social, la convivencia y el éxito económico de
nuestro país. La Constitución sigue siendo un referente que debe contribuir a
dar respuestas contundentes para impulsar soluciones diferentes a las que se
están adoptando; respuestas que deben superar los dogmatismos económicos y los
dictados del capitalismo especulativo.
El carácter democrático del Estado de Derecho,
consagrado en el Artículo Primero de la Constitución, exige de los poderes
públicos que intervengan para corregir desigualdades y conseguir la igualdad
real entre los hombres y mujeres, así como que defiendan los valores de
libertad, justicia y pluralismo político, y la dignidad de la persona como el
fundamento del sistema.
La Constitución concibe la Justicia como un
poder del Estado, y la configura como un derecho y como un servicio público de
carácter prestacional dirigido a la protección de los derechos y de los
intereses legítimos de la ciudadanía. Por ello, los socialistas renovamos
nuestro compromiso con una justicia propia del siglo XXI: una justicia eficaz,
ágil y próxima al ciudadano. Un compromiso que choca con las últimas medidas
adoptadas por el Gobierno, que suponen un serio obstáculo para el acceso de los
ciudadanos a la justicia en condiciones de igualdad.
Como norma de nuestro tiempo, los preceptos de
libertad de conciencia, ideológica o religiosa, la laicidad o la
confesionalidad del Estado, están garantizados por la Constitución y como tales
deben ser respetados de modo efectivo por cualquier Gobierno, con independencia
de la ideología propia del Partido que lo sustente.
Asimismo, la Constitución contiene el marco
normativo del estado Social, comprometido con el acceso de los ciudadanos a
unas condiciones de vida dignas, a través de la educación, la salud, el trabajo
y la vivienda, para garantizar la cohesión y la equidad.
Frente al fracaso de las políticas económicas
que la crisis global ha puesto de manifiesto, los socialistas consideramos que
la dimensión social que define nuestra Constitución legitima la intervención de
los poderes públicos, la regulación y la supervisión pública en base al interés
social que no debe disociarse de la dignidad humana.
Nuestra Constitución proclama “el derecho y el
deber al trabajo” y que, “los poderes públicos de manera especial, realizarán
una política orientada al pleno empleo” y sitúan al empleo como prioridad. Por
ello la creación de empleo y la lucha contra el paro son nuestro compromiso y nuestra
prioridad, y un imperativo constitucional.
Nuestra Constitución afirma que “los poderes
públicos garantizan el derecho de todos a la educación”, “siendo la enseñanza
básica obligatoria y gratuita” y dispone que “los poderes públicos promoverán
la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés
general”. Los socialistas creemos básico el fortalecimiento de la enseñanza
pública, la mejora de la cohesión y la calidad del sistema.
Nuestra Constitución establece “el derecho a
la vivienda y la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para
impedir la especulación” y reconoce “el derecho a disfrutar de un medio
ambiente adecuado” con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida de la
ciudadanía.
Nuestra Constitución reconoce “el derecho a la
protección de la salud” y a “mantener un régimen de seguridad social para todos
los ciudadanos que garanticen la asistencia y prestaciones sociales suficientes
ante situaciones de necesidad”.
Felicitémonos hoy por los treinta y cuatro
años de convivencia en paz, libertad y democracia que, amparados bajo el
paraguas de la Constitución de 1978, hemos disfrutado los españoles; y
construyamos, más pronto que tarde, una Europa unida, fuerte y cohesionada en
lo político y económico. Una Europa que vele con decisión por los intereses de
los Estados miembro y de sus ciudadanos. Una ciudadanía europea que tenga como
cimientos todo lo que nos une, y donde nuestros jóvenes sean protagonistas del
presente y del futuro.
El PSOE aborda este momento con energía
renovada para superar la grave situación que vive España, decidido a afrontar
los desafíos desde el espíritu de diálogo y consenso con que fue posible
elaborar, hace treinta y cuatro años nuestra Constitución. Invitamos por ello
al resto de fuerzas políticas, a las instituciones y a los agentes económicos y
sociales al diálogo, al acuerdo y al pacto para defender el Estado del
Bienestar, impulsar el crecimiento económico y el futuro de España.