El juego de María Dolores de Cospedal es un juego complejo e interesante, que de forma escandalosa empieza a destaparse para su desgracia. Cospedal, aquella que llegó de forma inocente desde Madrid como candidata del partido popular a Castilla la Mancha, se ha revelado como una autentica estratega que lucha por conseguir lo mejor para sus propios intereses.
Cospedal colecciona tres cargos y cobra por los tres. Esto ha hecho que en muchos casos entre en contradicciones. Como secretaria general del partido popular tuvo que votar en contra del estatuto de autonomía para conservar el puesto y su sueldo. Como presidenta de los populares manchegos todos saben que la tiene vetado el paso en el partido de Murcia y Valencia, y a la vez como diputada no realiza ninguna pregunta en el congreso porque poco tiempo más le puede quedar, sin embargo de vez en cuando se deja ver allí porque por ello cobra.
La misma que reconoció solo dedicar dos días y medio a Castilla la Mancha tiene una estrategia muy clara, acumular poder y dinero aunque en casos resulte difícil y contradictorio, ya que es complicado teniendo diferentes jefes defenderlos a todos sin enfadar a ninguno.
Lo más grave no es que Cospedal juego sucio, lo grave es que para ella es todo un juego y el único objetivo es ganar